Dichosa es la congregación que puede reunirse en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, y que puede contar con un Ministro Fiel y bien Instruido en la sana palabra de Dios, especialmente en estos ‘tiempos críticos’…
No abundan hermanos, infelizmente, en nuestros tiempos, los pastores que cuidan el rebaño de Cristo como si cuidaran sus propias vidas, o de sus mismísimos hijos…
Es más, parece que cada día son más los hombres impíos que se disfrazan de corderos, mas que por dentro, son lobos rapaces que están buscando desperdigar y diezmar a la iglesia del Señor Jesús.
Si no fuera por esta promesa que tenemos del Señor y a la cual nos aferramos: «Las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella», realmente, al contemplar el brutal saqueo y extravío al que está sometido el rebaño de Cristo, perdería completamente la esperanza…
«¡Más gracias a Dios, por Cristo Jesús, que las puertas de infierno no prevalecerán jamás contra su iglesia!»
Hermanos: ‘Ninguna denominación religiosa’ nos podrá garantizar nuestra salvación. Sólo una ‘relación personal’ con Dios, por medio Jesucristo, es lo que puede librarnos de la futura condenación de este mundo impío.
Veo con angustia, en estos últimos días que estamos viviendo, que no sólo han aumentado en sumo grado los falsos pastores que roban y depredan a la congregación de Cristo, sino que contemplo con sumo disgusto, como muchos están ‘depositando su confianza’ en pertenecer a determinadas ‘Iglesias’, ‘Denominaciones’, en vez de preocuparse por ‘pertenecer exclusivamente a Cristo’.
«La Fe viene por el oír y el oír es por la palabra de Dios», y ella nos es transmitida por los ministros fieles que trabajan con todo su ser para realizar, lo mejor posible, la tarea que les fue encomendada. Y, sin embargo, ‘el ministro no te va a salvar’.
¡Es Cristo Jesús nuestra Salvación!
¿Por qué estás ‘idolatrando’ al ministro? ¿Cómo es que te deleitas más en servir a tu ministro que a Dios?
¡Busca a Dios con todo tu ser!
Y luego sirve a la congregación, con los dones que Dios te ha dado.
¡Esto no es soberbia, sino poner las cosas en su lugar!
¿Por qué vemos tanto lujo e idolatría en las ‘iglesias cristianas’ de hoy?
«El ministro fiel y discreto, está más interesado en servir que en ser servido;
esta más interesado en dar honra, que en ser honrado».
Y no obstante, la congregación Fiel y Verdadera, tiene en honra a sus ministros.
Hermanos, pongamos las cosas en su lugar: «Todos somos iguales ante Dios Padre».
«Todos somos hermanos,
todos somos un sacerdocio santo y real»…
Rindamos honra, los unos a los otros, con respeto, amor, sin hipocresía, más busquemos servir a Cristo con todo nuestro ser, porque para eso estamos en este mundo.
¡Vivamos para honrar a Cristo, no a los Hombres! Amén y Amén.
F.D.A.P.
Jesucristo: ¡Rey de Reyes! 